Cirugía reconstructiva de mama
La reconstrucción mamaria no es únicamente un procedimiento estético. Tiene un impacto directo en la calidad de vida, la imagen corporal y el bienestar emocional de la paciente. Por ello, en HC Aesthetic, abordamos el procedimiento desde una perspectiva integral, cuidando tanto los aspectos médicos como los estéticos y funcionales, con el objetivo de lograr un resultado armónico, natural y proporcionado al resto del cuerpo.
En HC Aesthetic te ofrecemos una reconstrucción mamaria segura, rigurosa y totalmente personalizada tras mastectomía o cirugía conservadora. Nuestro objetivo es restaurar el volumen y la forma de la mama y, cuando sea posible, reconstruir la areola y el pezón, siempre en estrecha coordinación con tu equipo oncológico, respetando los tiempos y criterios del tratamiento del cáncer.
Ofrecemos una primera visita gratuita, donde realizamos la valoración inicial, resolvemos tus dudas y explicamos de forma clara las opciones quirúrgicas más adecuadas en tu caso. Además, disponemos de videoconsulta para pacientes que viven fuera, facilitando el acceso a una atención especializada sin necesidad de desplazamientos iniciales.
¿Cuándo se realiza la reconstrucción de mama?
La reconstrucción mamaria puede realizarse en distintos momentos del tratamiento, y la elección depende tanto de criterios médicos y oncológicos como de las condiciones de los tejidos y de las preferencias de la paciente.
Inmediata (con la mastectomía)
Ofrece un mejor impacto visual desde el inicio y permite una recuperación estética más temprana, siempre que exista una adecuada perfusión de la piel y un plan oncológico plenamente compatible.
Diferida
Es la opción más adecuada cuando existe radioterapia reciente o prevista, dudas sobre la perfusión de los tejidos, antecedentes de infección o cuando la paciente prefiere decidir con tranquilidad.

Opciones de reconstrucción de mamas
En HC Aesthetic ofrecemos un abanico completo de opciones de reconstrucción mamaria, seleccionadas de forma individual según las características clínicas de cada paciente, el tratamiento oncológico recibido y los objetivos estéticos y funcionales a largo plazo.
La reconstrucción con implantes puede realizarse en un solo tiempo quirúrgico mediante la colocación directa del implante (direct-to-implant), o en dos tiempos, utilizando
inicialmente un expansor tisular que posteriormente se sustituye por la prótesis definitiva.
La colocación puede realizarse en:
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- Plano prepectoral cuando existe una buena cobertura cutánea.
- Plano subpectoral o dual cuando es necesario mayor soporte en el polo superior.
En casos seleccionados, se recurre al uso de mallas biológicas o sintéticas para mejorar la estabilidad y el contorno de la reconstrucción.
Los implantes que empleamos son ergonómicos, diseñados para ofrecer una caída y un tacto más naturales.
Esta técnica presenta como principales ventajas una cirugía y una recuperación más rápidas, así como resultados predecibles.
No obstante, en pacientes que han recibido o recibirán radioterapia, se valora cuidadosamente el riesgo de contractura capsular, siendo frecuente optimizar el resultado mediante lipofilling o considerar alternativas como el colgajo de dorsal ancho.
Esta técnica consiste en la transferencia de piel, grasa y músculo de la región dorsal hacia el tórax, manteniendo su vascularización original, para recrear el volumen y la forma de la mama.
Es especialmente útil en situaciones en las que existe déficit de piel o tejido, o cuando la mama ha sido sometida a radioterapia. En pacientes con mamas pequeñas puede emplearse únicamente tejido propio, mientras que en otros casos se combina con un implante para alcanzar el volumen deseado, aportando una cobertura más segura y de mejor calidad.
Permite mejorar el escote, las transiciones y el contorno de la mama, además de optimizar la calidad de la piel, especialmente en tejidos previamente irradiados.
Se utiliza habitualmente como complemento de reconstrucciones con implantes o con dorsal ancho, y en casos seleccionados puede ser la base de una reconstrucción parcial.
A los tres a seis meses suele mantenerse entre el 60 y el 80 % de la grasa injertada; la grasa que prende es permanente y su volumen puede variar con los cambios de peso corporal.
En las pacientes que conservan la mama tras una tumorectomía, la cirugía oncoplástica permite tratar el cáncer y, al mismo tiempo, evitar deformidades posteriores.
Mediante técnicas de remodelado mamario, patrones de reducción o mastopexia, lipofilling y procedimientos de simetrización de la mama contralateral, se consigue preservar la forma y la armonía del pecho, mejorando tanto el resultado estético como la calidad de vida.
Cuando el proceso reconstructivo lo permite, se completa la reconstrucción con la reconstrucción del complejo areola-pezón.
El pezón puede recrearse mediante colgajos locales, y la areola se define mediante micropigmentación 3D, un tatuaje médico que aporta un resultado natural y realista. Esta fase final contribuye de forma significativa a la sensación de mama reconstruida completa y al cierre del proceso quirúrgico desde el punto de vista estético y emocional.
Simetrización de la otra mama
La simetrización de la mama contralateral es un paso frecuente y, en muchos casos, fundamental dentro del proceso de reconstrucción mamaria. Tras una mastectomía y su posterior reconstrucción, es habitual que existan diferencias de volumen, forma o posición entre ambas mamas.
Para corregir estas asimetrías, puede ser necesario actuar sobre la mama sana mediante distintos procedimientos quirúrgicos, que pueden realizarse en el mismo acto quirúrgico que la reconstrucción o plantearse de forma diferida.
¿Para quién están indicados?
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- Quien prefiere tejido propio y evitar implantes.
- Piel irradiada o con indicación de radioterapia.
- Fallos previos con implantes (infección, contractura, visibilidad de bordes).
- Hay que disponer de zona donante adecuada y aceptar cicatriz allí.
Ventajas y considereaciones
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- Ventajas: tacto natural, buena respuesta a radioterapia, sin riesgo de rotura capsular.
- Consideraciones: cirugías más largas (6–10 h), ingreso y monitorización del colgajo, cicatriz en zona donante, posible necesidad de retoques (lipofilling, simetrización, CAP).
Otro tipo de reconstrucción mamaria
Aunque no los realizamos en HC Marbella, es importante que conozcas que hay otro tipo de cirugía para la reconstrucción mamaria conocida como colgajos libres (autólogos microquirúrgicos)
¿Qué son los colgajos libres?
Reconstrucciones con tejido propio (piel y grasa, a veces un mínimo de músculo) trasladado desde otra zona (abdomen, muslo, glúteo) a la mama mediante microcirugía (se conectan arteria y vena al tórax con microscopio). Dan una mama blanda y natural, que sube y baja de peso contigo y suele tolerar mejor la radioterapia que un implante.
Nuestro compromiso
Si el colgajo libre es la mejor opción para tu caso, te lo diremos con transparencia y gestionaremos la derivación a un equipo microquirúrgico experto, acompañándote en el proceso.
Información sobre la cirugía de reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un proceso que debe abordarse de forma planificada y coordinada, siempre integrado dentro del tratamiento global de la paciente.
Antes de la intervención es fundamental una estrecha coordinación con los servicios de oncología y cirugía de mama, ya que la reconstrucción forma parte de un abordaje multidisciplinar. Esta planificación conjunta permite decidir el mejor momento para la cirugía y la técnica más adecuada en función del tratamiento oncológico recibido o previsto.
Uno de los aspectos más importantes es el abandono completo del tabaco, que debe realizarse al menos cuatro semanas antes de la cirugía y mantenerse durante un mínimo de cuatro semanas después.
Asimismo, es recomendable llegar a la intervención con un peso estable, una correcta nutrición y una piel bien cuidada, ya que todo ello favorece una recuperación más segura y unos mejores resultados.
En muchos casos, la reconstrucción se plantea como un proceso por etapas, que puede incluir la colocación inicial de un expansor, su posterior sustitución por un implante definitivo, sesiones de lipofilling para mejorar la calidad y el volumen de los tejidos, y procedimientos adicionales sobre el complejo areola-pezón o de simetrización de la mama contralateral.
Tras la cirugía, hay varios puntos importante a tener en cuenta:
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- Ingreso: requerir un ingreso hospitalario de entre 24 y 48 horas, dependiendo de la técnica utilizada.
- Drenajes: es habitual la colocación de drenajes, que permiten evitar la acumulación de líquidos y que se retiran de forma progresiva en la consulta, así como el uso de un sujetador postoperatorio específico. en los casos en los que se ha empleado el colgajo de dorsal ancho, también se indica una faja de compresión en la zona de la espalda.
- Dolor: el control del dolor se realiza mediante analgesia pautada y, siempre que la evolución lo permita.
- Vuelta a la rutina: se recomienda comenzar a caminar desde el primer día. No obstante, es importante evitar esfuerzos físicos importantes durante un periodo aproximado de cuatro a seis semanas.
- Fisioterapia: especialmente cuando se ha intervenido la musculatura dorsal, ayudando a recuperar la movilidad y la fuerza de forma progresiva.
- Cicatriz: cuando está indicado, se inicia el uso de silicona tópica para mejorar su calidad, y se insiste en la fotoprotección estricta durante al menos doce meses.
Entre las posibles complicaciones se incluyen:
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- Aparición de hematomas o seromas, infecciones, retrasos en la cicatrización o pequeñas áreas de necrosis marginal de la piel.
- En las reconstrucciones con implantes puede aparecer contractura capsular o desplazamiento del implante, riesgos que aumentan en pacientes que han recibido radioterapia.
- Alteraciones de la sensibilidad en la mama reconstruida o fenómenos de animación muscular cuando el implante se coloca en planos subpectorales.
- En el caso de la técnica con dorsal ancho, es posible la aparición de seromas en la espalda, una cicatriz visible en la zona donante o una debilidad temporal del hombro, que suele mejorar con el tiempo y la rehabilitación.
- Linfedema, relacionado principalmente con el tratamiento axilar previo, más que con la reconstrucción en sí, pero debe tenerse en cuenta dentro del seguimiento global de la paciente.

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Preguntas frecuentes sobre la cirugía de reconstrucción mamaria
Respondemos las preguntas más habituales que nos plantean en consulta, para ayudarte a resolver tus dudas.
No debe. La reconstrucción se planifica de manera coordinada con el equipo de oncología médica y radioterapia para que los tiempos quirúrgicos no interfieran con la quimioterapia, la radioterapia ni con cualquier otro tratamiento necesario.
Esta decisión depende de varios factores clave, como la calidad y elasticidad de la piel, la adecuada perfusión de los tejidos tras la mastectomía, el tamaño mamario que se desea alcanzar y la previsión de tratamientos adyuvantes posteriores.
Cuando las condiciones locales son óptimas y no se esperan tratamientos que puedan comprometer los tejidos, puede valorarse el implante directo.
Sin embargo, en muchos casos el expansor permite una reconstrucción más segura y progresiva, preparando los tejidos de forma controlada antes de colocar el implante definitivo.
La necesidad de recibir radioterapia es un aspecto especialmente relevante en la planificación reconstructiva. La radiación puede afectar a la calidad de la piel y aumentar el riesgo de complicaciones, por lo que es fundamental anticiparse.
En estos casos, se diseñan estrategias específicas para minimizar problemas a medio y largo plazo, como diferir la reconstrucción definitiva cuando es lo más prudente, utilizar expansores como paso intermedio y recurrir al lipofilling para mejorar la calidad de los tejidos irradiados.
En determinadas pacientes, también puede ser más adecuado emplear técnicas con tejidos propios, como el colgajo de dorsal ancho, o incluso valorar la derivación a un colgajo libre cuando se considera la opción óptima para obtener un resultado estable y duradero.
La reconstrucción del pezón y la areola también es posible y forma parte del proceso reconstructivo completo.
El pezón puede reconstruirse mediante pequeños colgajos locales de la propia piel, mientras que la areola se recrea con técnicas de micropigmentación tridimensional, que permiten obtener un resultado natural tanto en color como en apariencia.
Lo más habitual es que la reconstrucción mamaria se plantee como un proceso por etapas, que puede incluir distintas intervenciones como la colocación de un expansor y su posterior sustitución por un implante, sesiones de lipofilling para refinar el resultado, la reconstrucción del complejo areola-pezón y procedimientos de simetrización de la mama contralateral.
Desde el inicio, se ofrece a la paciente un plan global y personalizado, de manera que conozca el recorrido completo y pueda afrontar cada fase con información clara y expectativas realistas.
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Cada detalle refleja nuestro compromiso con la excelencia, la seguridad y la profesionalidad. En HC Aesthetic, la atención exclusiva y personalizada transforma cada tratamiento en una experiencia única
