El tratamiento de labios sigue siendo tendencia, aunque el labio es la estructura del rostro que más variación tiene en cuanto a criterios estéticos en volumen y forma.
Labios hay de todo tipo y preferencias aún más
En Marbella, ciudad de lujo y ostentación, la medicina estética en general y el aumento labial más concretamente, se asocia al popular labio Ruso, este tratamiento tan de moda en redes sociales, recibe su nombre por la similitud con la boca de las matrioskas, muñecas tradicionales rusas.
El aumento de labios, es un tratamiento que consiste en la inyección de ácido hialurónico, una sustancia biocompatible que mediante la captación de moléculas de agua y, de manera temporal, es capaz de aportar volumen en la mucosa labial, con el fin de aumentar la altura de la mucosa. Gracias a su plasticidad, nos permite en cierto modo esculpir o modelar la forma del labio, realzar el arco de cupido o enfatizar ciertas cualidades que hacen que el labio resulte más atractivo.
Con esta molécula no solo se puede conseguir un efecto voluminizador, si no también una mayor hidratación, corregir asimetrías, suavizar una sonrisa gingival, …
“La medicina estética no debería regirse por modas, sino por criterios firmes y atemporales».
Dra. Natalia Cárdenas
La mayoría de los conceptos de embellecimiento del labio descansan sobre todo en un aumento de volumen, ya que se entiende que un labio lleno es más atractivo, pero el éxito del tratamiento de aumento de labio, está en aportar el volumen suficiente para que capten la atención justa y necesaria.
Unos labios bien definidos y llenos representan atractivo y belleza. Un aumento excesivo de volumen, resultará en una paciente con aspecto caricaturesco.
El tratamiento de aumento labial, requiere de una planificación completa. Tan importante es comprender las inquietudes del paciente, como saber argumentar no realizar un tratamiento cuando no está indicado.
Son fundamentales los criterios profesionales, pero también lo es realizar la técnica y la elección del producto de ácido hialurónico correcto, partiendo de la base de que siempre debería ser de una calidad óptima.
Se dice que el procedimiento es reversible, y esto es porque existe realmente un antídoto para el ácido hialurónico, pero ello no debe servir para asumir el riesgo de un resultado antiestético no deseado, sino que su uso debería reservarse para evitar complicaciones médicas, siempre que sea necesario. Es una herramienta de rescate, no debe considerarse como parte del tratamiento, pues incluso su aplicación, no está exenta de riesgos o efectos colaterales.
No todos los tratamientos labiales, buscan el mismo objetivo.
Algunos tratamientos perseguirán aumentar el volumen, en pacientes más jóvenes, pero también hay tratamientos del labio, indicados para pacientes que ya presentan signos de envejecimiento en la zona peribucal, como las arrugas del código de barras, etc. En ellas, la mayor parte de las veces, el volumen no es el objetivo, sino la restauración de la zona y sobretodo, se persigue revertir el paso del tiempo con la máxima naturalidad posible. En estos casos, explico a mis pacientes, que “vamos a mejorar el aspecto del labio, sin tratar el labio”.
El éxito radicará en la selección del tipo de ácido hialurónico apropiado y en la infiltración de la cantidad justa en la zona labial adecuada.
Dra. Natalia Cárdenas
Para conseguir un resultado armónico hay que realizar un estudio facial, teniendo en cuenta no solo la estética perioral, si no también la proporcionalidad con el resto de los elementos de la cara del paciente y sin perder de vista, la funcionalidad: Los labios expresan emoción, sensualidad y vitalidad.
Hay que ser respetuoso con la anatomía del paciente, cambios sutiles, para ir creando una huella estética positiva a largo plazo.
Dra. Natalia Cardenas
Médico estético